martes, 29 de mayo de 2012

Cariño, vuelve a casa pronto...

Hoy simplemente escribo sin saber siquiera como empezar, son muchas ideas pero sobre todo sentimientos los que se acumulan en mi mente... Me encuentro en una etapa de mi vida en la cual muchas decisiones han de tomarse, otras cuantas el destino, la suerte, la casualidad o cualquier forma de azar será quien hable por mi, en este punto es cuando realmente me doy cuenta que es innato el miedo que sentimos frente a cualquier cosa o situación desconocida, esa incertidumbre que deja el hecho de saber poco acerca de lo que sigue en nuestras vidas, el hecho de estar acostumbrados a seguir un patrón, una serie de decisiones que de cierta manera sentimos bajo nuestro control, que no nos aleja de nuestra realidad tal cual la conocemos: seres queridos, lugares conocidos... En lo personal, lo he de reconocer: amo mi rutina, tal vez no haga todos los días lo mismo, pero se que puedo esperar de mis días y eso es confortante para mi. Muy buena parte de la seguridad que siento (sea mucha o poca) se basa en esto, en lo que me rodea, en quienes me rodean, en los lugares que frecuento. Hasta el día de hoy siempre he intentado disfrutar de cada momento, de cada persona en mi vida, de no perderme ningún detalle, de atesorar todo, pues llegará el día en que recordaremos el más sencillo de los momentos y nos parecerá el tesoro más grande que guarda nuestra memoria, dice una frase en la cual cada día creo más: "Entre más envejeces, incluso las partes con más hollín relucen cada día más." Se que es parte de la vida misma el caminar, el recorrer nuevos caminos, el aventurarse a nuevas experiencias, pero incluso el trotamundos más aventurero en algún momento retorna a su hogar... Gracias por eso a las personas que han estado conmigo, gracias por cada momento vivido con cada uno de ustedes, gracias a mi mamá por nunca dejar de creer en mi, por siempre apoyarme y guiarme con ese amor que solo ella puede darme, gracias a mi hermana por hacer de mi vida todo un relajo, por escuchar mis tonterías aun cuando seguramente no le interesan a no ser por que soy yo quien las dice, gracias a mi novia por estar a mi lado endulzando cada momento, por todas las sonrisas, por cuidar de mi corazón... No me iré, estaré aquí, un poco más ocupado, tal vez un poco gruñón, pero pido su comprensión. Tal vez ni siquiera debería sentirme asi, pero ocupaba escribirlo para sentirme mejor.

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